Infraestructuras a menudo infravaloradas
En el mundo de los eventos, cada detalle cuenta: un escenario bien montado, un sonido impecable, una iluminación bien pensada... Pero todos estos elementos descansan sobre una base a menudo invisible pero crucial: el equipamiento. Estructuras, equipos audiovisuales, mobiliario, elementos decorativos... sin ellos es imposible producir una experiencia coherente.
Sin embargo, estos equipos siguen siendo muy vulnerables: transportados, montados apresuradamente, manipulados por muchas manos, expuestos a la intemperie y, a veces, desatendidos. Es uno de los puntos más frágiles de la cadena logística.
Riesgos muy reales
"Una pantalla LED de 12.000 euros se partió al caer 50 cm, simplemente porque no estaba bien sujeta en un carro", cuenta un proveedor de servicios. Este tipo de incidentes frecuentes rara vez están cubiertos si no se ha contratado un seguro específico. Y las consecuencias pueden ser de gran alcance: sustitución urgente, pérdida de negocio, tensiones con los proveedores de servicios.
Los equipos para eventos viven en un entorno incierto: montaje al aire libre, calendarios ajustados, múltiples intervenciones, etc. Si a eso le añadimos robos, actos vandálicos o errores de manipulación, el riesgo se vuelve sistémico.
Cobertura a todo riesgo, un nuevo estándar
En la actualidad, es la herramienta más utilizada para proteger los equipos de eventos. Cubre daños accidentales, robo, vandalismo e inclemencias meteorológicas durante todas las fases: transporte, instalación, funcionamiento y desmontaje.
Generalmente están asegurados los siguientes:
- Estructuras e instalaciones temporales (carpas, stands)
- Equipo técnico (iluminación, sonido, vídeo)
- Muebles y decoración
- Señalización (paneles, kakemonos, etc.)
La flexibilidad de esta cobertura permite adaptarla a cualquier configuración. Puede contratarse por evento o por año, en función de la frecuencia de los proyectos.
Los pequeños acontecimientos también afectaron
Un showroom temporal, una exposición para una asociación, una fiesta de empresa... estos formatos implican a veces varios miles de euros de equipamiento. Su exposición al riesgo es idéntica, pero su capacidad para absorber un desastre es mucho menor.
"En un evento local, robaron una lona de fondo durante la noche. Tuvimos que reimprimirlo todo en D-1, con un sobrecoste no presupuestado de 3.500 euros", cuenta un organizador independiente. Una cubierta adecuada habría hecho más seguro el proyecto, sin afectar al margen.
Un enfoque más global de los proyectos
Asegurar los equipos es algo más que marcar una casilla. Significa hacer de la gestión de riesgos una parte integral de la planificación del evento. Significa anticiparse a situaciones imprevistas, tranquilizar a las partes interesadas y evitar tensiones en caso de incidente.
También es una palanca de profesionalización. "Incluimos el seguro en nuestras ofertas, porque se ha convertido en un criterio de confianza para nuestros clientes", explica una empresa de alquiler de estructuras.
Hacia una nueva cultura de la cubierta
El sector de los eventos está cambiando rápidamente. Con formatos más cortos, equipos más ajustados, plazos más breves y requisitos más exigentes, tenemos que pensar de otra manera a la hora de gestionar imprevistos.
El seguro a todo riesgo ya no es una opción reservada a las grandes cuentas. Se ha convertido en una herramienta estratégica para cualquier organizador que desee garantizar el futuro a largo plazo de su empresa, asegurar a sus socios y afrontar los imprevistos con tranquilidad.
